La
didáctica como reflexión y transformación de la praxis
La
didáctica no solo organiza el acto de enseñar, sino que también permite
reflexionar sobre la propia práctica docente. Es una disciplina que articula
teoría y práctica en un ciclo continuo de mejora. Como afirmaba Kant, cuando la
teoría no sirve a la práctica, el problema no es la teoría, sino su
superficialidad.
Por
ello, la investigación en didáctica —especialmente la investigación-acción— se
vuelve clave. Permite observar, analizar, transformar y construir una práctica
educativa coherente con las necesidades del entorno. La didáctica nos ayuda a
pensar sobre cómo enseñamos, por qué lo hacemos así y cómo podemos hacerlo
mejor.
Una
didáctica para la transformación social
La
didáctica del siglo XXI no puede mantenerse al margen del mundo. Debe ser un
discurso activo, comprometido y transformador de la realidad social. Educar no
es solo preparar para aprobar un examen, sino formar personas capaces de
cuestionar, proponer y actuar para mejorar su entorno.
Desde
esta perspectiva, la didáctica se convierte en una herramienta para la
emancipación, para el desarrollo de ciudadanos críticos, solidarios y
autónomos. Enseñar y aprender se convierte en un acto profundamente político,
ético y social.
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